Viajes a El Hierro

Unas de las grandes ventajas de El Hierro son su tamaño y su turismo poco masivo, a diferencia de las otras islas del archipiélago. Independientemente del medio de transporte utilizado, es posible hacer tranquilamente en un par de días un repaso por las principales atracciones de la isla así como disfrutar de momentos de descanso.

Los más aventureros encontrarán en El Hierro todas las facilidades para descubrir de cerca su rico patrimonio natural y cultural. La isla dispone de una red de carreteras y senderos que cubre los tres municipios y que incluye rutas de gran o pequeño recorrido. Todas estas excursiones pueden emprenderse tanto en guagua como a pie.

Por otro lado, la isla ofrece distintas ciclorutas que van desde las medianías hasta La Restinga o El Pinar, así como otras que bordean el litoral como la de El Golfo. Debido a la orografía de la isla, es recomendable alternar el servicio de guagua con la bicicleta. Aunque hacer un descenso desde lo alto del Pico de Malpaso es una experiencia que no tiene precio.

Con sus 278 km² de superficie, una altitud máxima de 1.501 metros en el Pico de Malpaso en el centro de la isla, y casi un 60% de su territorio protegido, El Hierro es un lugar que llama la atención de arqueólogos y geólogos por la riqueza y los misterios que entraña su geosfera, así como mueve la pasión de los amantes del senderismo, el submarinismo, el parapente, las rutas a caballo, el turismo de aventura y una larga lista de actividades al aire libre.

Así como los mitos y leyendas propagados en todo el archipiélago canario, El Hierro encierra los suyos, en lugares que emanan un aura mágica, casi divina. Si muchos afirman haber visto la errante isla de San Borondón desde suelo herreño, otros han recibido la bendición del árbol santo El Garoé, en el barranco de Tigulate, Valverde. El símbolo que este representa y el carácter sagrado que ha conllevado desde tiempos remotos perduran hasta el día de hoy, convirtiéndolo en un punto de interés único.

Los sabinares de La Frontera es otra de las visitas que no deben faltar en tu cuaderno de bitácora. En regiones inhóspitas y de mucho viento, este arbusto autóctono de hoja perene tiene la peculiaridad de presentar un tronco retorcido, llegando a tocar sus ramas el suelo.

Al sureste de la isla se encuentra el emblemático Roque de Bonanza, un monumento natural de formación rocosa que surge de la bahía de Las Playas. Otro capricho de la naturaleza ideal para tomar instantáneas.

La eterna primavera de las Canarias invita a un baño refrescante en sus aguas a cada pocas horas de marcha. Ya sea en una playa de arena blanca, una cala o una piscina natural, todas las zonas de baño son ideales, y muchas son de tipo rocoso, como los famosos charcos. Merecen una visita la playa de Tamaduste y el Charco Manso, de agua cristalina ambos, en Valverde.

La playa de Verodal, la más extensa y de arena rojiza, la playa de Arenas Blancas, prácticamente virgen y las piscinas naturales de La Maceta, del Charco Azul y del Charco de los Sargos se encuentran todas en La Frontera. La ermita de la Virgen de los Reyes, el Lagartario, el Pozo de la Salud y las Cascadas del Mar, son otros puntos turísticos de visita obligada en El Hierro.

Más al sur, en El Pinar, los visitantes ávidos de relax agradecerán el esparcimiento que les brinda la zona de acampada La Hoya del Morcillo. Rodeado de frondosos pinos canarios, este sitio recreativo te proporciona lo estrictamente necesario para el aseo, comer y dormir. En la misma región encontrarás la piscina de Tacorón. Deja que la naturaleza haga su magia.

La desolada vertiente de 45º de El Julán es una de las zonas más visitadas del suroeste. Es en el Centro de Interpretación del Parque Cultural de El Julán donde se llevan a cabo las excavaciones arqueológicas más importantes de la isla.

El pueblo pesquero de La Restinga concentra mayoritariamente el turismo de El Hierro. Sus playas de arena negra y aguas transparentes han permitido el creciente desarrollo de la actividad deportiva submarina.

La Punta de la Orchilla, que marca el extremo más occidental del municipio, fue considerada hasta 1492 como el Fin del Mundo.

Huelga decir que en este abrupto promontorio hay numerosos miradores esparcidos por la isla, que te darán una perspectiva única de los distintos paisajes, el mar y su horizonte. Cabe destacar los miradores de Las Playas, de Bascos, de Isora, de La Peña, solo para citar algunos.

Las actividades subacuáticas merecen una mención aparte. No es de extrañar que miles de aficionados de todo el mundo vengan a refugiarse en esta meca del submarinismo, en la que encontrarán distribuidas por toda la isla zonas de inmersión para todos los niveles.

Por un lado, el Mar de las Calmas es una de las zonas más famosas, con una visibilidad inigualable en toda Europa, acantilados submarinos de vértigo a escasos metros de la costa y una temperatura favorable a la abundancia y biodiversidad de un ecosistema de corales y criaturas marinas.

Otras zonas de buceo son la zona de El Golfo, con un nivel de dificultad más alto, y la costa Este, con más de 10 puntos de inmersión. La infraestructura de este tipo de actividad está respaldada por numerosos centros y escuelas de buceo que ofrecen tarifas bastante competitivas en toda la isla.

Si bien es cierto que muchos visitantes acuden a la isla con el objetivo único de desconectar y disfrutar de la naturaleza, El Hierro ofrece además algunas actividades de interés artístico o cultural, como el Centro Etnográfico Casa de las Quinteras, en Valverde, y el fabuloso Ecomuseo de Guinea al aire libre, situado en El Golfo,y donde podrás descubrir los orígenes de los pueblos bambaches.

La más esperada de las fiestas herreñas es la de la Bajada de la Virgen de los Reyes. Cada 4 años, el primer sábado del mes de julio, se saca la imagen de la Virgen de los Reyes de su ermita para conducirla de pueblo en pueblo hasta la Villa de Valverde durante el espacio de todo un mes. La procesión de unos 42 km es acompañada por bailarines ataviados con su vestimenta tradicional y toda la población de la isla.

Las fiestas patronales de cada pueblo se celebran a lo largo del año. Estas presentan una procesión, la tradicional lucha canaria, bailes y una serie de actividades.

En lo que respecta a las opciones de compras, la artesanía tradicional es el caballo de batalla de El Hierro. Destacan sobre todo los telares, como cubrecamas, mantas, tapices y talegas, pero también la cerámica, los objetos de talla y la cestería. Estos artefactos que nos llegan de la mano de experimentados artistas pueden encontrarse en las poblaciones más importantes, como en la capital, Valverde, las localidades de Sabinosa o La Frontera, o en el turismo del sur, en La Restinga.

No dejes de visitar La Casa de las Quinteras, en Valverde, que incluye una exposición de artesanía local, un centro de venta, así como un mostrador de información sobre los talleres donde son fabricados estos objetos.

Aunque el pescado es un alimento indispensable en la dieta de cualquier isleño, la gastronomía herreña también se caracteriza por la carne de conejo y de cabrito. Las papas arrugadas son un clásico de las islas así como las salsas mojo rojo y mojo verde.

Tampoco pueden faltar en la mesa de un buen comensal el queso y el vino, este último con denominación de origen. Ambos se han convertido ya en productos de exportación.

El gofio es la base de muchas comidas en la alimentación canaria. Esta harina de cereales puede incorporarse en diversos platos, como en desayunos, postres o condimentos, adquiriendo sabores únicos y muy apreciados por los isleños.

La temperatura media de El Hierro es suave todo el año y oscila entre los 19 y 24 grados Celsius. Debido a los fuertes vientos africanos durante todo el año, hay que tomar medidas contra el exceso de sol, pues resulta más difícil percibir las radiaciones que se recibe.

La baja fiscalidad aplicada en los productos y servicios de las islas es un atractivo para muchos, llegando a precios hasta un 30% más bajos que en la península.