He estado alojado con mi mujer y mi hija de 6 meses una semana en diciembre, en régimen de media pensión. La primera impresión del hotel es bastante buena. El acceso al paseo marítimo es bastante sencillo, no está nada lejos, y la cuesta para bajar no es muy inclinada (con el carrito del bebé hemos ido bien). Hemos podido aparcar sin problemas por los alrededores del hotel, aunque también es verdad que era diciembre.
Ya en el hotel, la recepción es muy bonita. La decoración de Navidad también ha ayudado. En la zona de la recepción está el acceso a un gimnasio, piscina climatizada y jacuzzi. El gimnasio es gratis para los huéspedes del hotel, pero la piscina y el jacuzzi son de pago (8€ por persona al día, si no recuerdo mal).
Tienen muchas actividades para hacer. Hay una piscina enorme y otra para niños (que no hemos podido disfrutar porque el tiempo no ha acompañado). También tienen 2 mesas de ping pong (una al aire libre y la otra en la sala de juegos, te dejan palas para jugar), 2 mesas de billar (esto sí que hay que pagar por jugar), pistas de tenis y pádel (nos dijeron que también te dejan las raquetas, aunque al final no tuvimos tiempo de usarlas) y un parque infantil con piscina de bolas incluida por si vais con peques. La animación también está bastante bien. Tiro con arco, tiro con carabina, petanca, dardos, billar, ping-pong y algunas cosas más por la mañana, y por la noche espectáculos en el bar (curiosa la mini exhibición de rapaces dentro del bar, vuelo de águila Harris incluido). Además, Zaida (la chica de animación) nos aconsejó sobre sitios a donde ir.
La habitación (nosotros estuvimos en un apartamento) es muy grande, con 4 camas individuales juntas de dos en dos (pensábamos que sólo tenía 2 en el dormitorio, pero había otras dos en el salón). Eso sí, es una pena que no tengan camas de matrimonio. Además del dormitorio y el salón, tiene una terraza, una cocina funcional, un cuarto de baño grande con bañera y un aseo pequeño. Eso sí, las camas de muelles no son especialmente cómodas, las almohadas son bastante bajas y la instalación eléctrica hacía un ruido bastante desagradable en el dormitorio (acabamos usando las camas del comedor). De la bañera se desprendió mucha pintura la primera vez que la usamos y fue muy desagradable, pero avisamos a recepción y lo arreglaron. La ducha tenía mucha presión y era un gustazo. Nosotros no vemos la tele, pero si hubiéramos querido tampoco habríamos podido. La tele (de unas 20 pulgadas) se ve ridículamente pequeña en un comedor tan grande.
El desayuno estaba muy rico. Tenían tanto bollería como desayuno continental (huevos fritos, patatas fritas, fiambre, huevos revueltos, salchichas, fruta, yogures...). En especial me he enamorado de unos bollitos recubiertos de chocolate.
Con la media pensión hemos podido elegir entre comida o cena cada día, según nos ha convenido. Aunque la verdad es que la calidad de los platos tampoco ha sido nada del otro mundo. Ha habido alguna cosa rica, pero no han sido mayoría.
En resumen, una estancia agradable, aunque hemos echado de menos un poco más de comodidad en las camas.
positivo:
Animación. Ubicación. Personal.
negativo:
Comodidad de las camas. Instalación eléctrica.