Hotel Pension Atlas

Está bien siempre que tengas claro que no vas a un hotel sino a una pensión. La habitación es bastante amplia y la terraza que nos tocó era muy grande. La cama no estaba mal ( no esperes la cama de un hotel 5 estrellas).
La localización en la isla hace que todo te quede más o menos cerca y además puedes ir andando a Fira si quieres porque está muy cerquita. Está pegada a una carretera de mucho tránsito pero hay que reconocer que cuando cierras el balcón por la noche ni te enteras. Como son muy poquitas habitaciones y tiene un trozo de parquing en la entrada de la pensión, siempre encontré aparcamiento en la puerta. El aire acondicionado de la habitación funcionaba perfectamente (cosa que en otros sitios no me he encontrado). La piscina es pequeñita pero ideal para pegarte un chapuzón o pegarte una siesta en las tumbonas.
Las dueñas son muy amables y te echan una mano en lo que pueden. El check out se hace a las 11:00 y como mi vuelo salía por la noche me dejaron pasar el rato que quisiera en la piscina, y podías cambiarte en los lavabos.
Lo peor… el lavabo. Muy pequeño, muy viejo y con olor a tubería.
En resumen. Un buen lugar al que ir teniendo claro que por lo que pagas no será un hotel de cinco estrellas.